Es dificil llevar tanto tiempo sin escribir, o bueno, sin escribir cosas totalmente egoístas que valgan la pena, por el mero gusto de compartirte como se vienen las ideas a la cabeza, como me revuelvo y me vuelvo a revolver para llegar al mismo punto que siempre tiene algo de diferente. Siempre algo de diferente, no porque el punto haya cambiado, sino por que inevitablemente uno cambia, se expande o se contrae por lo que el mundo resulta un poco mas chico o más grande, aunque sea imperceptible.

Sería hermoso traer de nuevo a estas letras un poco de esa magia, que alguna vez te hizo enamorarte de mi (recuerda que no deja de ser un blog egoísta, de auto descubrimiento o de no se que). Hoy no tengo el valor para borrar nada, como otras veces que escojo las palabras o el largo de los párrafos o que se yo, escojo algo diferente a solo escribir (debería tener de vez en vez algo de decencia)

Me gustaría decirte la verdad sobre dos o tres cosas, pero si fuera capaz de ello, no estaría yo aquí y tu no estarías en no se donde (aunque estoy casi convencido de que nos conviene) ¿Porqué será tan cansado decir a donde va uno? ¿Porqué no podemos correr y encontranos aleatoriamente?

No se, a veces es bueno no tener respuestas, sabes que al fin de cuentas ni me gusta preguntar, pero tampoco es bueno quedarse callado por la ignorancia deseando que las cosas no fueran asi y pudieramos regresar a una buena conversación en una banca, en un bar o en las escaleras de la escuela, o mejor aún, regresar a esa playa y esta vez si sentarnos a ver la luna hasta que se nos cierren los ojos juntos en la arena.

Lo mejor de todo es que por mas que lo intentamos ni tu dejaste de ser tu, ni yo de ser yo, y sabes que por más que tratamos de negar nuestro camino, nunca dejamos de seguirlo, aunque compartieramos la alegre ilusión de caminar de la mano. Esto no quiere decir que estemos condenados a la soledad, sino que hay que buscar nuevos lenguajes para que de verdad te lleguen mis cuentos malos y mi poesía aburrida, al fin de cuentas todo está en aceptarnos en nuestros días grises para poder volar sin remordimientos en todos los demás días.

... y bueno para variar ... una vez más tenía ganas de escribir sin nada que decir o contar.